la ansiedad de tu sangre corroe mis huesos
y veo tu reflejo en cada gota que cae
el tiempo se detiene en las esquinas
y mis manos inventan tu forma tenue.
Escribo poemas cursis a ver si apareces
pero las calles solo están llenas de niebla
de paraguas y caras tristes.
El agua se va por las alcantarillas
y todo el mundo se escurre.
Quisiera bailar contigo un tango que me desgarre
mirarte a los ojos.
Tal vez no pido mucho
solo un instante de eternidad muriéndome en tus brazos
durmiéndome en tu sueño felino
pero mi ansiedad te pierde en el horror inesperado de la extrañeza.
ya no estás en mis manos
y solo conjuro poemas a ver si apareces
pero la lluvia se lleva tu nombre y tu reflejo.
pero la lluvia te lleva
y corres por las calles mojadas
y desapareces mientras escampa en mi alma
donde llueve a cántaros y existes en múltiples formas que se dispersan.
¿ por qué no vienes por un instante y cruzas las barreras de los sueños,
por qué no escapamos de la lluvia , de los ojos y la gente?
por qué no fluimos al ritmo de nuestra sangre?
y agitados morirnos en un sólo hálito?
Te extraño
no como se extraña el fuego o la rosa
no como se extraña la música
no como Borges extrañó el Latín
Te extraño como se extrañan aquellas cosas que no se tienen
como se extraña un atardecer
como se extraña aquello que nos desborda al punto de volvernos gato
o un pedazo de piedra incrustada en el aire.
Hoy llueve minuciosamente
y veo por las calles tus pasos dibujados en la niebla
todo se ha inundado de una blanca eternidad
todo el silencio del mundo
se compara al silencio de tu beso agitado
todo mi silencio
es tu cuerpo simulado
todo mi sueño
es morirme en tus manos
y volar como un ave atrapada .
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| Roberto Ferri, Il canto della Vergine (details). |
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