La parábola de Buda sobre el mundo que arde no refleja un mundo devorado por el fuego, o que simplemente se consume en el deseo, tal vez Gautama fue más allá. Donde todo está en llamas, no es por el deseo, es el fuego del oscuro, de los griegos que supieron la paradoja de existir; mantenidos por la viva llama de la curiosidad, perplejos ante el universo que se consume, que se desmorona en su cálida y ardiente melodía sin-sentido, la parábola de las llamas me quema, y hoy, arde mi alma como un sueño que enmudece, todo es irreal como el fuego, todo es poesía, todo es una ficción, un gran vacío cósmico de dios, una multiplicidad ardiente.
¿ A dónde ir si todo está en llamas?
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