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"De todo lo escrito yo amo sólo aquello que alguien escribe con su sangre. Escribe tú con sangre: y te darás cuenta de que la sangre es espíritu. No es cosa fácil el comprender la sangre ajena: yo odio a los ociosos que leen." Nietzsche

"No hay Poeta por mediocre que sea, que no haya escrito el mejor verso de la literatura, pero también los más desdichados" Jorge Luis Borges

"La Nada está hecha exactamente de la suma de vidas por venir que no serán nuestras" Albert Camus


9/8/16

La levedad - ( Short History).

"No tengo otro argumento para despertarte, amor mío, y no sé si debo separarte de esta nueva dimensión de tu amor en que eres mía más allá de la muerte" Gonzalo Arango


Ayer dijiste que te ibas a ir con todo , incluyendo el gato. No dijiste nada de llevarte los libros, ni tu Ibsen, ni llevarte las películas de Kubrick que me habías traído de allá , "del otro lado".  Pero siempre termino en tus brazos, hundiéndome en la resignación de la vana costumbre, del recuerdo de otro instante que era feliz. ¿  Podía llamar a eso felicidad? ¿a la triste habitación amarilla llena de pelos y de sexo y tarjetitas postales con niños Budistas?.No, tenía que ser otra cosa más peluda, más siniestra que palpitaba en la vaga habitación, ese terreno de guerra que a veces ganaba en un ataque de espada y pared, otras veces perdía contra tu imperial ejército de silencio y artimañas y metafísica felina. ¿ Qué era el amor sino otro desencuentro? ¿ Otra forma de ser un espejo, un soldado, una moneda, un muerto?.

Despiertas. Tus ojos inquietos están como quejándose  de un suave dolor, de un triste espasmo que llega  a los huesos. Te revuelvas y quieres salir corriendo. Me has amenazado con irte, pero no creo en esas declaraciones de guerra, en esos silencios largos que persisten aún después de cenar y hacer el amor. Sueñas con el vuelo de un ave nocturna pero tus pasos de tigre son como piedras en un sueño luminoso.

Me miras desde el otro lado del reflejo, no puedo creer que te hubieras ido de esa manera; sin tus libros, sin tu gato  y sin mí .  Respirabas de forma entrecortada,  mientras la levedad de tu cuerpo empujada por la gravitación te arrastraba al centro de la tierra desde el último piso del edificio.  






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