“Viajar es útil, ejercita la imaginación. Todo lo demás es desilusión y fatiga. Nuestro viaje es enteramente imaginario. Ahí reside su fuerza. Va de la vida a la muerte. Personas, animales, ciudades y cosas, todo es inventado. Es una novela, nada más que una historia ficticia. Lo dice Littre, él no se equivoca nunca. Y además, cualquiera puede hacer otro tanto. Basta cerrar los ojos. Está en la otra parte de la vida”. Louis-Ferdinand Celine
El día que por fin tuve una revelación, no fue en una montaña, ni en un monasterio Budista o tomando Ayahuasca en el Amazonas. Fue en la feria de Tristán Narvajas de Montevideo, un mercadillo popular lleno de verduras, chucherías, cachivaches y baratijas. Brotaba gente de todos lados, olía a queso, a chorizo, a barba, a calceta. La gente gritaba , bailaba, se oía música: Tango y Blues.
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Feria en la Calle Tristán Narvajas Montevideo Uruguay- Foto por Juan G Buitrago |
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Foto tomada en Calle tristán Narvajas - Por Juan G Buitrago |
Mientras caminaba en los vericuetos de la aparatosa feria, un ritmo de candombe se venía agitando dentro de la calle, el sudor de la gente se confundía con el olor rancio de los quesos y el Ta-Ta-Ta- tatá- Ta-Ta-Ta-tatá resonaba en mi sangre caliente que ardía como un secreto sortilegio santero, un conjuro africano que me llamaba a rebelarme contra esta vida , como si la felicidad fuera una rebelión. No pensé en nada, no fui algo por un instante, solo me dejé llevar por el río de personas que parecían ir y venir en un círculo ilusorio, los colores eran más nítidos y supe que eso era la vida; todo ese ruido, esa alegría instantánea que se desvanecía y que también era como una tristeza amarillamente bella y pura, como una bola de pelos, como un día soleado que no era nada más que bulla y frutas podridas en la acera. Pude experimentar ser nadie, la plenitud de lo convulso y lo momentáneo, ser toda esa gente y ese olor a durazno envejecido , a yerba mate cocinándose en las entrañas de la tierra, y por una pequeña fracción de segundo estar libre de mi condición de mera apariencia.
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Mercado de Tristán Narvajas- Montevideo Foto Por Juan G Buitrago |
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Mercado de Tristán Narvajas- Montevideo-Foto Por Juan G Buitrago
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Grupo de Tango en la Calle Tristán Narvajas- Montevideo - Foto Por Juan G Buitrago |
Nota: Es en la plenitud de lo abrupto y lo momentáneo donde yace la belleza del satori, y este, solo ocurre después de una cachetada, de un salto al vacío , después de un golpe o el aleteo de una mariposa. Casi cualquier cosa puede llevar a él, pero solamente cuando no se busca.
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