¡despiértenme!
cuando muera de sed
cuando todo se sumerja en otra alteridad
cuando las cosas nos olviden
y nos deparen
este cielo que es nuestro
y esta tierra
tan triste
y ensangrentada.
Aún queda
alguien mirándose en un espejo
soñando
las noches
de amor que no son nadie
soñando el sueño
de otro sol
que nos abrace
y nos envuelva en pura eternidad.
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