al otro lado de este sueño
¡vívelo dormido!
que al despertar seremos fuego.
Jardín de piedras somnolientas
el cielo cae
en su agonía
las manos
que otros dibujaron
van siendo dibujadas
por el viento
apenas
el sol se hunde
en su maraña luminosa
las sombras
nos persiguen
y declaran
que son ellos el reflejo de otro
espejo,
son la sombra
de otra sombra
que replica en nuestros sueños,
y al mirarlos
y mirarme
me detengo
y soy reflejo.
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