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"De todo lo escrito yo amo sólo aquello que alguien escribe con su sangre. Escribe tú con sangre: y te darás cuenta de que la sangre es espíritu. No es cosa fácil el comprender la sangre ajena: yo odio a los ociosos que leen." Nietzsche

"No hay Poeta por mediocre que sea, que no haya escrito el mejor verso de la literatura, pero también los más desdichados" Jorge Luis Borges

"La Nada está hecha exactamente de la suma de vidas por venir que no serán nuestras" Albert Camus


19/10/15

Sincronicidad mística

Dedicado A Gonzalo Jiménez "cejas" por su incomparable gusto por las revistas de Kalimán y la amistad que solo otorgan los libros. A mi Amiga Lila por recibir con afecto este escrito. 

"Nuestra vida cotidiana es bombardeada por casualidades, más exactamente por encuentros casuales de personas y acontecimientos a los que se llama coincidencias. Coincidencia significa que dos acontecimientos inesperados ocurren al mismo tiempo, que se encuentran. La gente no se percata de la inmensa mayoría de estas coincidencias (…) Porque es precisamente así como se componen las vidas humanas." Kundera- La insoportable levedad del ser.

Iba caminando por las calles azules de una ciudad desconocida, con mi mente vacía y mi cuerpo roto. Estaba con mi papá que tiene un andar lento y preciso por su edad. No recuerdo muy bien el tema de conversación, solo caminábamos, me habré topado con algunas personas; una enfermera conocida y un viejo amigo psicoanalista que no me vio. Pensé por momentos en la falacia psicoanalítica y en la estructura del yo, el inconsciente y que horas atrás había leído algo sobre los trastornos de la personalidad y su origen en las etapas tempranas de la vida. No presté atención a dicha coincidencia. Seguimos andando. Las calles y el poniente eran uno solo. El camino se dilataba: No hay camino. Disgregación del camino , sendero circular que se repite. Este camino nos llevaba a ningún lado, mi padre no sabía a donde ir, me dijo que no había donde llegar, sin embargo, fuimos a una callesita en el centro donde venden libros usados. Me encanta ir allí solamente por el placer de oler los libros antiquísimos, fatigar sus anaqueles y ver si algún libro me encuentra. ( dicen que ese olor característico solo ocurre después de que un libro tiene más de veinte años por alguna reacción química y el resultado es un aroma similar a la vainilla )

Esta costumbre de ir a ver libros viejos y llevarlos a casa y leerlos o acumularlos compulsivamente tiene mucho tiempo.  Mi padre me llevaba de chico a la galería de Armenia donde estaban los libreros, entre ellos había uno característico: el señor "cejas ". Amaba las historietas de Kalimán , las mil y una Noches, Las aventuras de condorito, las historias de vaqueros, los libros eróticos ( sobretodo los de Sade)- Siempre estaba sonriente, dispuesto a buscar entre su montón de libros los autores más solicitados. Murió hace poco de una neumonía.

Llegamos a la tienda de cejas, que ahora es administrada por su sobrina, que no tiene  idea de ningún libro y supongo que tampoco sabrá el valor de la inmensa colección que dejó su tío. Me dispuse a buscar algún libraco o mejor dejé que me encontrara. El primer libro que toqué lo descarté, el segundo que tomé se titulaba: "introducción al psicoanálisis" de Jung. Entreví una serie de coincidencias: el psicoanalista-El libro-Lo qué horas antes había leído- el muerto y sus libros; Allí vislumbré un espejo infinito , un reflejo que me deparaba ese estar-allí prefijado en este azar dirigido. Pensé en Jung y su teoría de la sincronicidad , donde todos los hechos del universo están enlazados y solo el observador de estos puede otorgarles un significado , ya que surge de una necesidad interna. En ese momento pensé en el caos, en los fractales, en tu voz, en el universo circular, en el averno cuya forma es un cono invertido, en el simurgh y el árbol de la vida, en el Qlifot y sus huestes malditas, en el todo que es estático, como lo planteaba Parménides, supe, que mis actos están grabados en esa organicidad del tiempo-espacio, que todo yace allí oculto entre las sombras del sueño de Brahma. Intuí, que era baladí siquiera imaginar cómo están entrelazados todos los hechos del mundo: un diente, una bala, una rosa, un crepúsculo en Nueva Guinea, un tigre asesinado en Bengala, un niño sirio en brazos de su padre, un orgasmo, una úlcera, un muerto , una moneda en la boca del que muere, un adiós, un barco que naufraga en la noche, Li-Bai ahogándose en la luna reflejada, César la mañana de Farsalia, Budha y Yasodhara, Angulimala y el cuchillo. Fui todas esas cosas por un instante, convulsioné, me llene de vértigo y seguí caminando por la senda que ya estaba trazada por las sombras.


The High Sign” (Buster Keaton, Edward F. Cline; 1921)





















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