en mis deseos existe
lejanamente un país
donde ser feliz consiste
solamente en ser feliz.
Se vive como se nace,
sin querer y sin saber.
En esa ilusión de ser,
el tiempo muere y renace
sin que se sienta correr.
El sentir y el desear
no existen en esa tierra.
Y no es el amor amar
en el país donde yerra
Mi lejano divagar.
Ni se sueña ni se vive:
es una infancia sin fin.
y parece que revive
ese imposible jardín
que con suavidad recibe." Fernando Pessoa - A veces, y el sueño es triste
No importa lo que hagas
todo le pertenece al vacío
y a esa nada sin cara
que nos inunda las tripas.
No importa a dónde vayas
el silencio y la vacuidad
nos invade cada recodo
de piel y de miseria.
Y solo le pertenecemos
a la vida
y a la muerte
No importa cuánto tengas
cuanto olvides
cuanto puedas
todo estará igual
de vacío e inalienable
de insustancial y sinsentido
de hermosamente inhóspito.
La inutilidad
y el infinito ocio
que conforma
el día y la
cotidianidad
se convierten
en el tedio
de existir
y de extrañar esos
instantes
que ya no existen
y que perduran
en la eternidad.
Tampoco importa
si vienes o si vas
todo es un mismo viaje
la misma combinación
convulsa
y diversa
esa quimera de orgasmos
y de espejos rotos
ese jardín finito
de instantes
que se diluyen
en el vacío
cotidiano.
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