Cuando miras hacia atrás todo pareciese haber transcurrido como un túnel, como una luz cegadora que entra a través de las hendiduras de un pozo oscuro. Murakami llama al destino una tormenta de Arena de la cual no podemos salir, sin embargo podemos movernos dentro de ella. ¿ Será como el mundo estático encerrado en una esfera de Pascal ? ¿Será nuestro destino una bola de cristal que nos repite hasta la náusea?. Cuando miramos hacia atrás todo parece haber estado siempre muy lejano; los amigos que se fueron, los amores que partieron nuestras almas, las cosas que creímos verdaderas, la gente que murió y fue dejando el camino vacío. Mirar todo eso que se ha ido es como verse en un espejo con muchos reflejos, es como tener una sombra que se alarga y da la vuelta, como un día sin nubes, lleno de silencio , como cuando exhalas un suave suspiro antes de dormir, como ver el mar borrando nuestra huellas, como una ola que ruge y muere de golpe contra una piedra.
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