Fue la lluvia la que te trajo como un relámpago silencioso
fue el sueño el que te trajo como una aparición Fue el viento quien me dijo tu arcano nombre.
Ese día que bailamos bajo el cielo roto a cántaros
ese día vi en tus ojos
que el mundo se diluía lentamente
que mi vida era una ficción
y en un beso mortal
nos fuimos cayendo en el abismo
caudaloso de las causas.
He vacilado tantos días para encontrarte
he intentado arrojarme al olvido
he tocado el fondo de mi ansiedad
pero en cada espejo te veo reflejada
en cada gota que cae
sobre la ciudad vacía
inundada de murmullos y de gente
te he visto salir por las calles, sin paraguas
con tu maquillaje corrido
sonriendo por debajo de tus ojos
como siempre lo hiciste
cuando estabas tan triste,
que podría haber llorado contigo un río entero.
Ese día que bailamos bajo el cielo roto a cántaros
ese día vi en tus ojos
que el mundo se diluía lentamente
que mi vida era una ficción
y en un beso mortal
nos fuimos cayendo en el abismo
caudaloso de las causas.
He vacilado tantos días para encontrarte
he intentado arrojarme al olvido
he tocado el fondo de mi ansiedad
pero en cada espejo te veo reflejada
en cada gota que cae
sobre la ciudad vacía
inundada de murmullos y de gente
te he visto salir por las calles, sin paraguas
con tu maquillaje corrido
sonriendo por debajo de tus ojos
como siempre lo hiciste
cuando estabas tan triste,
que podría haber llorado contigo un río entero.
Extraño esa tristeza tuya
ese azul impetuoso de tu alma
esa angustia amarilla
ese caos interior
ese habilidad para encogerte
ese murmullo en la oscuridad
esas manos blancas y ansiosas
ese sueño de tigre mojado
ese basto laberinto de tus ojos
esa boca que se cierra como la noche
ese cuerpo níveo , aturdido, sonoro, curvo y delicado.
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