Pigmalion y Galatea en la era de instagram

La cosificación de la belleza - tener lo que se sueña y se cree bello.

la antigua mitología griega nos cuenta la historia de Pigmalión y Galatea, un escultor que se propuso a crear la escultura de la mujer más bella de todas, ya que ninguna mujer podría satisfacer sus ansias estéticas, a todas las consideraba vulgares y mundanas. Pigmalión imaginó la mujer perfecta e imploró  a la diosa Afrodita hacerla de carne y hueso; La imaginó suave, delicada, ojos perfectos y profundos. ¿ cuántas veces sentados en las tardes oceánicas no hemos imaginado al ser amado?; quimeras de sueños; Ojos profundos, labios menudos, voz dulce, cuello largo y fino. También como Pigmalión me he dado a la tarea de crear  una mujer cuyos pasos sean soles en el aire, cuyas manos me estremezcan, cuyos ojos se parezcan al camino de luces nocturno dejado por las luciérnagas moribundas. Sí, también la he inventado con mis dedos, he recorrido su cintura, su sexo húmedo, su respiración acompasada, la he visto dormir  como un tigre pesado y suave, aparece y desaparece como un reflejo dejado sobre las aguas especulares de un río, la he visto desvanecerse en la niebla de tantos poemas que a veces pudiera parecer real, tan real como mis manos que la descubren. ¿ será que por vivir inventando quimeras dejamos de aceptar  la otredad cuya belleza única e impredecible nos visita ?¿ acaso esos ideales irreales de belleza nos hacen  cosificar a los demás, siempre frustrados por no encontrar esa quimera que creemos real?. Habría que quitarse el velo de nuestras ansias, y ver más allá de nuestros ojos, hasta pulverizar nuestra realidad como una rosa que se abre y se hace ceniza. 

Pygmalion and Galatea Gérôme 1890

El amor  por lo creado 

La imagen de Pigmalión y Galatea, nos recuerda el amor por lo creado; ¿ acaso la divinidad no se manifiesta en una realidad que se repliega sobre si misma? ¿ no es lo divino la belleza que nos salva del horror de lo cotidiano, lo bello entendido como dios en sus diferentes avatares de un mundo en caos que nos habla a través de nosotros mismos y la autoconsciencia?.  Pigmalión es el vivo retrato del artista que plasma en su obra, su poesía, su creación , todo su amor para que sea una manifestación de lo divino, de ese dios que tantos buscamos pero siempre estuvo ahí viéndonos desde el fondo de un espejo, desde "aquella Ítaca de verde eternidad y no prodigios", "el arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara", nos cuenta Borges en su poema Arte poética.

Si entendemos el amor como el sentimiento más puro; Amar lo bello , es amar lo eterno en sus diversas manifestaciones sutiles.  El secreto es crear para creerlo. 

Preferimos las estatuas ( en este caso perfiles de Instagram y Facebook) en vez de personas reales.

Si vemos la historia de Pigmalión desde otra perspectiva, tal vez no se aleje de la realidad líquida actual. Preferimos las fotos y nuestro culto a la personalidad que vernos  despojados de todos los filtros, vernos más allá de lo que parece ser. ¿ cómo hacer de nuestro destino una creación divina y no un culto al narciso que todos alimentamos a diario porque somos nada más que puñados de soledad, de huesos, de espacios vacíos ocupados por "cosas" que creemos valiosas?. Creaciones que obedecen los estándares de belleza empacada al vacío, de belleza trasnochada como carne de supermercado. "Belleza" de grandes marcas, Cada uno siendo una estatua en un jardín somnoliento, esperando a despertar de este sueño de piedra y descubrir algún día que todo era más simple.