Léase escuchando Autumn Leaves de Miles Davis
los círculos de piedra de tus ojos
las manos lisas
el cuerpo de fuego
las cenizas
las sábanas de incienso.
Esa noche todo fue luna
lejana
pálida
relámpago serpiente.
Esa noche todo fue soledad
soledad de trígonos
de oscuras claridades
de ansiedad de las almohadas
Esa noche circular
de tus caderas
de tus ojos cerrados en la niebla
de tu sexo abierto y húmedo
piedra caliente
cráter del cielo
entonces
la sangre corría
y como un lobo bebí tu sangre caliente
bebí a cántaros sediento
el río de tu cuerpo
¿ a dónde van las aguas de los sexos?
¿el aire que comimos casi hambrientos?
¿la estrecha penumbra de los cuerpos?
Esa noche todo fue silencio
silencio de las calles
de tus ojos somnolientos
y el adiós que sin palabras
se sumerge en mis recuerdos.
Erotic Artwork Ivan Alifan Studio |
Recuento de una noche en la habitación 103.
ResponderEliminarEran pocas horas las que me quedaban en la ciudad, te llamé, quería verte y necesitaba un abrazo de un amigo. Sucedió algo fascinante, aunque no nos habíamos visto en mucho tiempo al encontrarnos fue como si solo hubiese pasado un día sin vernos. Yo estaba desecha, con el maquillaje corrido, con todos los cabellos fuera de sitio y sin zapatos, tú no lo notaste o amablemente decidiste mirar a otro lado. Nos atiborramos de dulce, hablamos de libros, de porque no nos raptaban los extraterrestres, lo absurdo que es el infinito, lo cambiante de la moral. Por instantes tus ojos se cerraban, estabas agotado, aún así luchabas contra el peso de tus párpados para no perderte mis gestos. Finalmente quedamos en el punto de siempre, en el que te digo que me gustas pero que nada puede suceder, el momento en que sonríes y callas, no se si lo haces porque tengo razón o simplemente porque soy una ilusa que cree que sientes como yo y por respeto (o por miedo) no me llevas la contraria; no lo sé, todavía no me decido que significa tu silencio, creo que hay cosas que es mejor ignorar siempre, la realidad no es amiga de la magia. Para concluir nos despedimos con un beso, suave, sencillo, dulce, con un poco de sabor a helado Thai de chocolate. No nos volvimos a ver. Cada vez los kilómetros se hacen mas largos, tu vida ajetreada no deja tiempo para que recuerdes mi breve paso por tu vida ni mi amistad empalagosa; por otro lado yo sigo en lo mio, jugando con los colores, aprendiendo francés y comiendo chocolate amargo cada tarde y en ocasiones, hago una pausa para recordar lo que callamos y lo que dijimos esa noche en la habitación 103.
la eternidad reflejada 103 veces.
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