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"De todo lo escrito yo amo sólo aquello que alguien escribe con su sangre. Escribe tú con sangre: y te darás cuenta de que la sangre es espíritu. No es cosa fácil el comprender la sangre ajena: yo odio a los ociosos que leen." Nietzsche

"No hay Poeta por mediocre que sea, que no haya escrito el mejor verso de la literatura, pero también los más desdichados" Jorge Luis Borges

"La Nada está hecha exactamente de la suma de vidas por venir que no serán nuestras" Albert Camus


13/6/19

El secreto de las medusas

El domingo 14 de junio de 1987 , Alberto Carrero decidió quitarse la vida. Había pensado infinidad de veces la forma adecuada de morir. Pensó en ingerir algún veneno, sin embargo le pareció cobarde. Pensó en ahorcarse, pero le pareció una muerte sin aventura. De todas las formas horribles de morir , creyó que arrojarse al mar abierto era la mejor manera,  ya que  no sabía nadar y además de ello quería ser libre y pensó que la profundidad lograría quitarle peso a su vida. Anhelaba esa tranquila  profundidad donde solo hay silencio y oscuridad. No quería ruido, ni  gente mirando su cuerpo, no deseaba la desgracia de ser recordado en una tumba con un nombre y un epitafio.

El sol ardía y Alberto se hallaba en la mitad de la nada en un bote alquilado. Miró por un momento las profundidades, ató a sus pies unos pesados sacos de piedra para evitar la escapatoria. Tomó impulso y se  fue hundiendo lentamente en el agua pesada y tranquila. Los peces curiosos veían como un hombre se dirigía a las profundidades a encontrar su destino. 

Mientras Alberto se hundía en el mar, sonreía. Su vida transcurrió lentamente ante sus ojos, recordó la primera vez que su padre lo llevaría a su laboratorio a conocer las medusas.  Allí el viejo zoólogo le mostraría al joven suicida una medusa llamada Turritopsis nutricula , un animal cuyo ciclo de vida es infinito y que a los ojos de su padre contenía el secreto de la inmortalidad. Alberto solo contemplaba el ir y venir de las medusas gelatinosas, se veían suaves  y libres flotando en la inmensidad, como si el mar fuera un cosmos húmedo. Mientras iba cayendo en las profundidades del mar frío y oscuro, el abismo se hacía cada vez más hondo y el oxígeno escaseaba. Recordó cuando su padre le dijo :- llevarás en tu sangre el secreto de las medusas. Entonces recordó haber despertado en la sala del laboratorio donde se hallaban los animales de experimentación.  Le dolía todo el cuerpo. Los días que transcurrieron estaban poblados de dolor, su piel al contacto con el agua se hacía gelatinosa como la de una medusa, su lengua era de color morado y sus pies cada vez más débiles. Alberto comprendió con el paso de los años que su padre habría modificado su genoma para llevar consigo el gen de la inmortalidad.

El abismo era oscuro y sin fondo. Las imágenes de su vida  habían transcurrido una tras otra; su primer beso, el sabor de la miel, un día de verano, la música de Pink Floyd, la literatura rusa. Todo se había quedado en el mundo de la superficie, mientras el fondo del mar era frío y solitario. Las burbujas salían de la boca de Alberto , sus pulmones se estaban llenando de agua salada , su corazón latía de forma agitada y el mundo que había creído real se había esfumado. Unos segundos antes de que todo terminara e hiciera parte del infinito mar , sucedió que su cuerpo se estaba desmoronando, sintió la levedad , como si  toda su vida estuviera hecha del material de los sueños y su cuerpo desapareció y no murió. Se volvió un pólipo.


Dragon Bones by artist Stefan Koidl

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