Fundidos en las piedras como águilas
de arena,
la noche
pasajera
nos induce
en la mágica y obtusa
aventura de los sueños
y en un abrazo
te pierdo
te duermes a la orilla de mis manos
y sueñas
tus sueños de duendes
y me alejo
de tu orilla,
me despierto en tus ojos
que son de topacio
y muero en tu carne salada
y tibia.
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