Retumba el relámpago de fuego
y mis huesos
que son tierra
me derrumban
y me encienden
me derrito
en los pantanos somnolientos
de los lotos disgregados,
el agua del estanque
está llena
de cenizas
soy el muerto
que se baña de cenizas
soy las cenizas de ese muerto
que son viento y cal,
topacio
piedra
que derrama
el ángulo
que se curva ,
¡ polvo , arena silenciosa que decanta!
¡ Vastedad reflejada que no es nadie!
Habremos sido
ese otro espanto que se ha ido
ese otro muerto que no es nadie
¡ ese otro sueño que es el todo!
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Miró |
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sadhu reading Photo Joel Santos |
Los Sadhus en la religión Hindú, son los renunciantes-adoradores de Shiva. Deciden abandonar las cosas materiales y seguir un camino de austeridad. Sus prácticas ascéticas son extremas; se bañan en cenizas funerarias y utilizan la calota de cráneos humanos como plato o cuenco . Algunos ingieren menos de un grano de arroz al día. Otros comen de los cadáveres arrojados al Ganges para demostrar que todo el universo hace parte de la misma divinidad y a la vez ilusión disgregada. Todo es maya y esta deviene, es ilusoria su abstracción, pero no su sentido último. A manera de monismo, todo es dios, pero dios es ilusión. Dios está en la piedra, en el ojo que nos mira y en la mano que se extiende.
¡ Romper el maya! ¡ maraña eléctrica de piedra y ceniza! ¡ El fuego de las cosas es eterno! pero nada hay detrás de la mirada cegadora que escruta con sus manos el mundo ajeno de los muertos. Seguir caminando y rompiendo la ilusión, mientras desaparece esa fuente eterna detenida, es la única salida sin puerta.
¡ Romper el maya! ¡ maraña eléctrica de piedra y ceniza! ¡ El fuego de las cosas es eterno! pero nada hay detrás de la mirada cegadora que escruta con sus manos el mundo ajeno de los muertos. Seguir caminando y rompiendo la ilusión, mientras desaparece esa fuente eterna detenida, es la única salida sin puerta.
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