Somos de tiempo, de sueños.

"...Como en los sueños,
detrás del rostro que nos mira no hay nadie.
Anverso sin reverso,
moneda de una sola cara, las cosas.
Esas miserias son los bienes
que el precipitado tiempo nos deja.
Somos nuestra memoria,
somos ese quimérico museo de formas inconstantes,
ese montón de espejos rotos." J.L. Borges - Poema: Cambridge

Ya somos todos los tiempos, todos los instantes del presuroso devenir. Ya somos la marca inexorable del destino, la finitud del impalpable ahora. Vivimos en este tumulto de lo indistinto, somos esas palabras que se han dicho y que serán.  Nos buscamos entre estas infinitas  cosas que perdurarán más allá del olvido. El Porvenir solo es el pasado que se repite innumerables veces en la rueda eterna del vacío. 

Nos buscamos y somos ciegos. Nos palpamos en la oscuridad en busca del cadáver del amor, y aún en esa tibieza, somos sombras de esta soledad. Intentamos perdernos en el otro, en la "otredad", en ese espejo de rostros que son ninguno y somos todos.

Las ciudades, los monumentos, la belleza, las palabras, las bibliotecas, los prostíbulos, son solo lugares inventados para encontrar algo, para encontrarnos en ese reflejo insomne  y vernos reducidos en el eco del ahora y del después. Y nos vemos en ese montón de imágenes: paseos en bicicleta, besos de mamá en la escuela, la profe de matemáticas, el primer beso, la muerte del abuelo, la mascota que se fue; creemos que somos Todas esas voces y  esas caras, todo ese cristal sin aristas del recuerdo, pero todo se ha ido en ese naufragio que nos deja la inconstancia.

También somos esas personas que creen en la vida, esos que hacen bello ese transitar hacia al ocaso. Somos el poema , y esa madre que se levanta a llevar al niño a la escuela, somos ese amante que ama con locura, con estupidez. Somos el poeta que urde poemas en silencio, somos Heráclito  y sus infinitas caras, Sócrates y la cicuta, también somos el griego que miró su reflejo y vio que no tenía cara.  Somos ese orgasmo que se ha ido, somos el panadero, la puta, el pordiosero, el músico, el ladrón. Somos esa gente que canta y ríe , esa gente que aún quiere soñar. Somos esos sueños que aún perduran en esta temible eternidad.