Estúpida noche

Bailábamos el ritmo

de un rock trillado

estridente y estúpido

estába en un bar

de rockeros

todos meneaban

sus cabellos piojosos

las liendres se agitaban

en el aire

habían olores de todas

las texturas

olor a sudor

a sexo y a marihuana.

Yo estaba en un rincón

escuchando ensordecido

una mala interpretación de pink floyd

luego de par de cervezas

ella

con su olor a durazno

una escuálida figura

que bailaba

al compás de una melodía que no recuerdo

solo recuerdo su olor a fruta madura...

Recuerdo haberla acompañado a su habitación

fruta madura

embriagada

trabada...

Ebrios de estupidez

deslizaba mis manos

en su fina piel morena

ella me hablaba de cine,

y de sexo, y de olores

y de cosas que flotaban en el aire

como castillos

viejos

nubes

de incienso

con olor a durazno.

su piel era mi mundo...

Mis dedos recorrían su nuca, sus senos

su cintura, sus poros interminables,

húmeda,

vacilante,
vacía,

todo giraba

hasta mi cuerpo

un vaivén

un solo olor

a melocotón

un amarillo intenso,

una suave fragancia

con sabor a olvido.



Pintura por Debra Hurd