"Ahora súbitamente estamos más remotos,
somos dos islas, diminutas y tristes,
con pequeños grupos de náufragos
para quienes el mejor rescate
es precisamente que nadie venga por nosotros.
Tú estás mas borrosa por la niebla,
y mientras escribes y estudias,
piensas y seguramente vuelves a pensar,
yo como un pirata insensato y peregrino
sólo voy de aquí para allá.
Nuestra media copa de vino tinto,
cada vez está menos tibia,
el café se quedó atónito pleno de brandy
sin azúcar, y al igual que nuestros cuerpos
en una ansiosa pausa.
Pero lo más doloroso fue tener que dejar para luego,
esa aventura fascinante que zarpó
cuando ayer o antier,
mis labios tercos pudieron rozar
tus labios veloces y perpetuos."
De:
“El pez herido”
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Roberto Ferri - il rito |
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