en algún Hades azaroso,
En las sombras que devoran mi ansiedad
En el olvido que arrebata nombres
en los soles negros que no vemos
Y sin embargo
algo me llamaba a través de su boca
que decía mantras inextricables
fue su boca pronunciando
la magia que anhelaba
y que el universo lanzó
como una moneda sin cara.
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