"Ampáralo niña ciega de alma
Ponle tus cabellos escarchados por el fuego
Abrázalo pequeña estatua de terror.
Señálale el mundo convulsionado a tus pies
A tus pies donde mueren las golondrinas
Tiritantes de pavor frente al futuro
Dile que los suspiros del mar
Humedecen las únicas palabras
Por las que vale vivir." Pizarnik
Querida desconocida del asiento veintiséis. He contemplado por varias horas tu sueño de tigre, de levedad instantánea, he visto como caen tus párpados como piedras somnolientas, me he sumergido por un instante en tu tranquilo ámbito felino y tu aliento va y viene como un animal de sangre caliente que descansa antes de su muerte. Luego despiertas y abres tu libro de páginas viejas, sin títulos que pueda leer , allí te sumerges en esa vaga ensoñación que te arrebata.
Ahora me pregunto ¿ cómo decirte hola ? ¿ cómo acercarme ?. Te he amado en secreto, como se ama algo imposible, no como se ama a un amante, sino al universo y a la belleza que me conmueve las tripas, como se ama lo transitorio, lo intrascendentemente cruel. ¡AH! y ya solo quedan cuatro horas de vuelo antes de que muera todo y perderte en la multitud jadeante del aeropuerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario