I.
A cada instante nos morimos;
pequeñas muertes pasajeras
y amarillas
muertes de cafés
y de besos
muertes bajo la lluvia
bajos los zapatos
viejos.
Muerte de esquina
de trenes
de sombreros
de monedas
de bastones
y de libros
muerte de color
y tranquila.
Ayer un hombre
me mató
con un cuchillo
azul
y una mujer
de un beso
me levantó
de las entrañas
de la tierra
y supe que la muerte
muere de amor
y de ternura.
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