Estar cansado de los dientes
y las uñas
de los trajes y las sombras
de las casas y los curas.
Estar cansado de los hombres
y sus sueños
estoy cansado de los muertos
y del tiempo
de las cosas que no existen
de la ciencia y los diagnósticos
de las caras largas en los buses
del dinero y de las cosas
del amor y sus olvidos.
Estoy cansado de la espera,
de las letras y los sabios
de las artes y los dioses
estoy cansado de ver morir a tanta gente
de ver nacer a quien ya ha muerto
estoy cansado del destino y su trágico final:
el designio de estar vivo.
Estar cansado de ese otro sueño que es la noche
de los espejos y las sombras
de la clepsidra
y del tiempo
de los ríos que son uno solo
donde Heráclito
vio que somos una nada sin cara
y el rostro
que nos mira
es el cansado rostro de la NADA.
Muy buen escrito!
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