que todo en el silencio.
A veces imagino
que mis manos
te inventan
como descifrando un sueño.
Como intentando
un poema
en el aire,
un intento vacío
de sonidos
y silencio.
A veces pienso en ti
como pienso en la muerte
en la única mujer que me
espera.
Pienso en ti
como el olvido
que me arrebata
el sueño,
esa muerte
de cada noche
ese infierno
de cada día.
Pienso en ti
como un reflejo,
como en ese
espejo que me mira
desde el fondo
de un ojo ciego.
Te toco desde la finitud
de este poema
porque nada se puede
tener a ciencia
cierta.
Te invento desde
estas letras invisibles
intentando no olvidar
lo único
que me queda:
Tú, mí único poema.
Nadav Kander |
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