Estamos orbitando estas letras lejanas, Tejiendo un mundo de arcanos indescifrables. Ya somos los otros y los que fueron antes de estas palabras silenciosas.
Nuestra vida es el absurdo, el poema urdido en el infinito como espejos inconstantes. Ya fuimos lo que éramos, lo que somos y seremos; y ni siquiera sabemos lo que somos, estas formas y estas palabras que son solo letras invisibles del olvido. Estamos hechos de tiempo, pero habitamos como poesía. Nuestro habitar poéticamente nos libera del vacío del insomnio, nos libera de la vida ( Ese otro sueño), esa vida de papel, esa vida inexorable que es la muerte, la finitud y el silencio.
Somos habitantes pasajeros, nubes, formas, músicas sin dueño. El porvenir es el pasado. Dios es un poema. No hay que creer, sino crear. No hay que volver sino olvidar.
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