Escribir y morir.

1. Escribir por defecto congénito, 
porque no se escribe lo que se piensa, 
sino aquello inconcebible que se escapa de toda palabra.
 Odio a todo quien escribe 
porque quiere decir algo tras sus palabras. 
En realidad no hay nada que decir, 
solo fumar el puto cigarro del olvido,
 beber un trago más y olvidar todo el jodido mundo.


2. Leer mientras no se piensa, y escribir mientras no se ama, 
son tan incompatibles con la vida
que muchos ya están muertos.


3. No me interesa lo que puedas decir,
 hacer, 
o al lugar al quieras llegar.
 No existe tal lugar, 
solo está este momento de delirio, 
este pequeño y eterno instante de nada, furia y olvido. 
Solo te queda respirar el aire lento 
y pesado de las entrañas del mundo y de los pedos ajenos .


4. TRIP.