Introducción a la nada

" Bienaventurados los aventureros porque de ellos serán los tesoros de la imaginación " Gonzalo Arango- Obra Negra

Habité guaridas de hampones y  prostíbulos chancrosos, milité en todas las ideologías posibles y las abandoné, creí en todas las ciencias y metafísicas que existen, pero ninguna pudo explicar el origen de nada, solo retórica y logorrea barata.  Probé todos los placeres posibles, Todas las sustancias, todos los dioses y diosas,  creí en todos y en nadie, forniqué en  cementerios, encima de los esqueletos del tiempo, en guaduales y sucios antros, me indigesté con la mala comida de esta puta ciudad, tuve una impresionante emesis del alma, la expulsé, y solo quedó el cascarón de un cuerpo deambulante, errante,  de una verga herida. Caminaba disociado y extraviado,  sin la dirección que da tener un alma.

Probé todas las maneras de encontrar el amor, sin poseer, ni esperar nada, sin cambiar a nadie,  pero el amor es una folie à deux , una temible enfermedad cuya cura es la muerte. Regalé poemitas baratos a nenas descabezadas, que apenas podían comprender como funcionaba un cajero automático. Me cansé de definir el amor, de matarlo y esconder su sucio cadáver, me cansé de  encasillarlo en simples palabras o partes del cuerpo inaccesibles. Me cansé de las máquinas de follar, de los bultos de mierda genética y equinodermos-regala-tarjetas, del amor de consumo, me cansé de masturbarme con la belleza maldita.

Busqué en las profundidades, en las frases trilladas de filósofos  trasnochados, pero solo encontré superficies,  la piel  y el sudor, la mierda y el delirio. Naufragué. Fracasé en todas las ciencias, en todos los concursos, No fui el último, fui la nada, porque detrás del último nunca iba nadie. Caí en el abismo donde finalmente me encontré  .Ahora solo  amo la indecencia, la coprolalia discursiva, amo ir hacia ningún lado, siempre vamos a donde ya estuvimos, siempre volvemos a donde jamás hemos estado. Amo estas minucias, estos espacios decadentes, de encierro y olvido, donde puedo inventarte, descubrirte y perderte.                                                                                                                   

  

Traicioné todas mis ideas y creencias, al sistema y las banderas que nunca seguí. Vestí buenos trajes  y creía ser alguien, simulaba existir en el mundo, pero no hay nada más patético que ser alguien, ¿y tú, quien eres?. 

By M. Manson